El coaching se vive, te remueve. Tienes que sentirlo dentro de ti para conocer de verdad su fuerza. Aprender a hacer coaching parte de una premisa, de un compromiso contigo mismo, para crecer, para hacer crecer a todas las personas que están a tu alrededor. Si no es así, pierde su sentido.
Si no estás convencido de estar dónde quieres estar y ser quien quieres ser, te va a ser difícil tratar de ser un buen ejemplo para los demás.
Nadie ha dicho que este viaje sea fácil. El resultado es ser una persona que brilla y nadie sabe por qué.
Hay muchos que en un momento dado decidieron ser ellos mismos y empezaron a trabajar su propio camino. Ese es el secreto del mejor lider, aquel que conoce su propósito.
Fortalecer el espiritu, explorar, ser mejores personas. De eso se trata en el coaching, de contribuir, de conseguir que las personas saquen lo mejor de ellos mismos. Estando en ese proceso, la gente empieza a hacer cosas increibles. No se necesita ser una persona superdotada, solo querer ser uno mismo, creer en ti y empezar a andar.
Si tu objetivo es mantenerte distante con tu vida, dejar que otros hablen por ti, que otros aprendan, decir que esto no va contigo, que ya lo tienes todo organizado.. el coaching no es para ti.
Quiero incluir un fragmento de Elizabeth Kübler Ross en "La rueda de la vida":
"La única finalidad de la vida es crecer. La lección última es aprender a amar y a ser amados incondicionalmente. Es importante que hagamos solamente aquello que nos gusta hacer. Podemos ser pobres, podemos pasar hambre, podemos vivir en una casa destartalada pero vamos a bendecir nuestra vida porque hemos hecho lo que vinimos a hacer"
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